Pescar es un placer...

Indudablemente las mejores presas se logran embarcados… pero quien nos quita una tarde de tranquila quietud en la costa de la laguna…

un relajado silencio que solo se rompe con el canto de algún ave… o quizás el silbido del viento…
Muchos confiesan que jamás resistirían horas de tolerancia frente al hilito (es el clásico comentario de quienes desconocen esta actividad o deporte)
Pero, normalmente, quien tiene éxito en la pesca es el ansioso, no el paciente. Mirar la boyita o esperar que tiren del hilito es exactamente lo contrario a los requisitos técnicos de una pesca exitosa. El buen pescador es el que permanentemente está cambiando de escenario, material, técnica, carnada, o formas de hacer las cosas.
Así que la pesca es un ejercicio ideal para ansiosos.
En algún momento se enfrenta la espera.
Y lo cierto es que la pesca captura al que la adopta. No se conoce a nadie que la haya probado y diga, después, que no le gusta.
También es cierto que si estás solo y sacás uno es un éxito… si estás acompañado y el de al lado saca 20, el éxito se desvanece.
La competitividad es un factor intrínseco a la naturaleza humana. Por eso, además, es tan cierto que: el éxito... es relativo.

Libro de Visitas